Blog > Moquillo en perros: ¿qué es y cuáles son sus síntomas?
La llegada de un cachorro a la familia supone una gran alegría, pero también responsabilidades, entre ellas garantizar su salud y bienestar. Una de las preocupaciones más comunes es proteger a nuestra nueva mascota de enfermedades virales graves antes de que complete su esquema de vacunación, siendo el moquillo canino una de las más temidas.
El moquillo, también conocido como distemper, es una enfermedad viral severa, similar al sarampión en humanos. Es muy contagiosa y tiene una alta tasa de mortalidad, afectando sobre todo al sistema digestivo, respiratorio y, en ocasiones, al sistema nervioso central del animal.
Dada su gravedad y potencial letalidad, especialmente en perros no vacunados, es importante prevenir esta enfermedad a través de vacunaciones específicas que refuercen la inmunidad del animal.
El contagio de moquillo generalmente ocurre por la inhalación de partículas virales presentes en el ambiente. Además, el contacto directo con fluidos de perros infectados, incluyendo el agua y la comida, también puede resultar en transmisión.
Es fundamental mantener a tu cachorro protegido y limitar su exposición al exterior antes de completar su ciclo de vacunación. Si sospechas que tu perro podría haber contraído el virus, es importante estar alerta a los síntomas, que suelen aparecer entre el tercer y sexto día después del contagio:
La estrategia más efectiva para proteger al perro del moquillo es la vacunación. Es vital seguir el calendario de vacunación recomendado por el veterinario, comenzando con 3 dosis entre la semana 6 y 12 de vida del cachorro, seguidas de refuerzos anuales.
Aunque no existe una cura que elimine el virus del moquillo, es posible manejar y mitigar sus efectos. En caso de infección, el tratamiento se centra en el control de los síntomas y la prevención de complicaciones secundarias mediante antibióticos, antipiréticos, analgésicos, anticonvulsivos y soluciones electrolíticas o suero intravenoso en casos graves
La prevención a través de la vacunación es esencial para asegurar la salud y felicidad de tu perro. Ante los primeros signos de la enfermedad, debes actuar de manera rápida, llevando a tu mascota al veterinario para confirmar el diagnóstico y comenzar el tratamiento adecuado. Esto ayudará a prevenir el avance de la enfermedad y evitar consecuencias graves.