Blog > Mi gato no come ni bebe: ¿qué hago?
Tener un gato que de repente deja de comer y beber es alarmante para cualquiera que tenga uno en casa. Este comportamiento puede ser síntoma de problemas de salud.. En este artículo exploraremos las posibles causas de este comportamiento y te daremos algunos consejos sobre qué hacer si tu gato no come ni bebe.
La anorexia en gatos, o la falta de apetito, puede tener múltiples orígenes, y es importante observar otros síntomas para determinar la causa. Algunas de las causas más comunes de este comportamiento son:
Enfermedades como la insuficiencia renal, problemas hepáticos, diabetes, infecciones virales (como la leucemia felina) y enfermedades inflamatorias del intestino pueden provocar la pérdida de apetito en los gatos. Estos problemas suelen ir acompañados de otros síntomas como letargo, vómitos, diarrea y pérdida de peso.
Problemas dentales como la gingivitis, caries o infecciones, pueden hacer que comer sea doloroso para los gatos, llevándolos a evitar la comida. Observa la boca de tu gato, puede que sufra de inflamación, enrojecimiento o mal aliento, lo que implica problemas dentales.
La ingesta de objetos extraños o el desarrollo de bolas de pelo grandes pueden provocar bloqueos en el tracto digestivo del gato. Estos bloqueos pueden resultar en vómitos, estreñimiento y pérdida de apetito.
Los parásitos internos, como los gusanos intestinales, pueden afectar el apetito y provocar otros síntomas como diarrea y abdomen hinchado.
Cambios en el entorno, como una mudanza, la llegada de una nueva mascota o persona al hogar, o cambios en la rutina, pueden causar estrés en los gatos, llevándolos a que dejen de comer.
Los gatos pueden ser muy sensibles a cambios en su dieta. Un cambio brusco en el tipo de comida o incluso en la marca puede hacer que el gato se niegue a comer.
La ubicación del comedero y bebedero, la presencia de ruidos fuertes o la falta de limpieza de los recipientes pueden desmotivar al gato a comer y beber.
Si tu gato deja de comer y beber, es importante actuar con rapidez para evitar que el problema se agrave. Algunas recomendaciones si esto ocurre:
Lo más importante es llevar a tu gato al veterinario. Un profesional podrá realizar un examen y pruebas completas para determinar la causa de la anorexia. No intentes diagnosticar a tu mascota sin los conocimientos de un veterinario, ya que muchas enfermedades requieren atención médica inmediata.
Además de la falta de apetito, presta atención a otros signos como vómitos, diarrea, letargo, jadeo o cambios en el comportamiento. Estos síntomas pueden proporcionar pistas importantes sobre la causa.
Intenta ofrecer alimentos que sean atractivos para los gatos, como comida húmeda enlatada, atún (en agua, no en aceite), o caldo de pollo sin sal. Calentar ligeramente la comida también puede ayudar a liberar aromas que estimulen el apetito del gato.
Asegúrate de que el lugar donde tu gato come y bebe sea tranquila y libre de estrés. Evita cambios bruscos en su entorno y mantén una rutina consistente para ayudar a reducir la ansiedad.
Limpia regularmente los recipientes de comida y agua. Los gatos son animales muy limpios y pueden rehusar comer o beber de recipientes sucios. Asegúrate también de que siempre tenga agua fresca disponible.
La hidratación es vital para la salud de los gatos. Si tu gato no está bebiendo, intenta ofrecerle agua en diferentes tipos de recipientes o de una fuente de agua para gatos, ya que algunos prefieren beber agua corriente. Puedes también añadir agua a la comida húmeda para asegurar que ingiera líquidos.
Prevención y cuidado continuo
Para evitar que tu gato vuelva a experimentar anorexia, mantén una rutina regular de chequeos veterinarios, proporciona una dieta equilibrada y asegúrate de que su entorno sea seguro y estable. La observación constante y el cariño son clave para mantener a tu mascota saludable y feliz.
Es importante actuar con rapidez cuando el gato deja de comer y beber, ya que puede ser señal de problemas serios de salud.