Blog > Cada cuánto tiempo hay que desparasitar a un perro
Desparasitar a tu perro es uno de los cuidados más importantes para mantener su salud y bienestar. Los parásitos, tanto internos como externos, pueden causar varios problemas de salud, desde malestar leve hasta enfermedades graves, algunas que pueden ser zoonóticas, es decir, transmitirse a los humanos. Por eso, establecer un calendario de desparasitación adecuado es fundamental para proteger a tu mascota y a tu familia.
Los perros pueden verse afectados por diferentes tipos de parásitos. Los parásitos internos, como los gusanos intestinales, pulmonares y del corazón, pueden causar síntomas graves como diarrea, vómitos, pérdida de peso, anemia e incluso, en casos extremos, la muerte. Algunos de estos parásitos pueden infestar a los perros sin mostrar síntomas visibles hasta que el problema se ha vuelto grave, lo que subraya la importancia de la prevención regular.
Los parásitos externos como pulgas, garrapatas, piojos y ácaros no solo causan irritación y picor, sino que también pueden transmitir enfermedades graves. Por ejemplo, las garrapatas pueden ser portadoras de la enfermedad de Lyme y la babesiosis, mientras que las pulgas pueden causar dermatitis alérgica y transmitir otros parásitos, como la tenia. Además, algunos de estos parásitos también pueden afectar a los humanos, representando un riesgo para toda la familia
La frecuencia de desparasitación depende de factores como la edad, el estilo de vida y la salud general del perro. Para los cachorros se recomienda iniciar la desparasitación a las dos semanas de vida con repeticiones cada 15 días hasta los tres meses de edad. Luego, la desparasitación continúa mensualmente hasta los seis meses. Después se ajusta a la rutina de los perros adultos.
Para los perros adultos, la recomendación general es desparasitarlos cada 3-4 meses. Sin embargo, esta frecuencia puede variar según las condiciones de vida del perro. Los perros que viven en zonas rurales o con mucho contacto con otros animales pueden necesitar desparasitaciones más frecuentes. Es importante desparasitar durante todo el año, ya que los parásitos pueden estar presentes en cualquier época, no solo en los meses más cálidos.
Existen diferentes productos antiparasitarios en el mercado, y es importante elegir el adecuado según las necesidades de cada perro. Los antiparasitarios internos se pueden encontrar en forma de pastillas, comprimidos masticables, suspensiones orales y pipetas. Estos productos se administran según el peso del perro y deben repetirse con la frecuencia recomendada por el veterinario.
Para los parásitos externos, las opciones incluyen collares, pipetas, champús y esprays. Algunos productos ofrecen una protección combinada contra parásitos internos y externos, lo que facilita la tarea de mantener a tu perro protegido. Es recomendable consultar con tu veterinario para elegir el producto más adecuado y asegurarse de que se administra correctamente.
No desparasitar a tu perro regularmente puede tener consecuencias graves. Los parásitos no solo afectan la salud del perro, sino que también pueden contaminar el entorno y representar un riesgo para otros animales y personas, sobre todo niños, ancianos y personas con sistema inmunológico débil.
Si un perro infectado con parásitos internos no es tratado, éstos pueden reproducirse y causar una infestación más grave. En el caso de los parásitos externos, la falta de tratamiento puede llevar a la transmisión de enfermedades a través de vectores como mosquitos y garrapatas, que pueden afectar tanto a otros perros como a personas.
Desparasitar a tu perro es una responsabilidad ineludible para cualquier propietario. Siguiendo un calendario de desparasitación recomendado y usando los productos adecuados, puedes prevenir una amplia gama de problemas de salud y proteger tanto a tu perro como a tu familia de enfermedades graves. No dudes en consultar al veterinario para determinar el mejor plan de desparasitación para el perro adaptado a sus necesidades individuales.
La prevención es siempre más eficaz que el tratamiento, y en el caso de los parásitos, un simple descuido puede tener consecuencias severas.